Expertos independientes designados por la Comisión Europea califican de "inspirador y excepcional" el ecosistema español de asesoramiento científico

16.12.2024

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El informe Science advice to policymakers: Roles, enabling conditions and incentives (Asesoramiento científico a los responsables políticos: Funciones, condiciones favorables e incentivos, en castellano), encargado por la Comisión Europea (CE) a expertos independientes, considera que el ecosistema español de asesoramiento científico es "excepcional" en comparación con el de otros países. El texto asegura que la iniciativa de este Gobierno de crear "un conjunto coherente de instituciones" ha convertido a España en una "valiosa inspiración a la hora de diseñar nuevas estructuras organizativas e institucionales".

De todo el abanico de instituciones españolas que propulsan el asesoramiento científico para las políticas públicas, el informe subraya la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, responsable de "analizar los retos y oportunidades que España encontrará en las próximas décadas y de ayudar al país a prepararse para ellos"; la Oficina C, centrada en ofrecer asesoramiento científico al Congreso; y la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC), creada este mismo año.

Sobre la ONAC, los expertos destacan todas sus principales líneas de acción: su trabajo para establecer y coordinar la "red de asesores científicos en todos los departamentos gubernamentales de España", sus esfuerzos para facilitar "el acceso al asesoramiento de expertos en momentos de emergencia", y el diseño de "programas de financiación para que los científicos lleven a cabo ensayos de posibles intervenciones políticas".

"Esta valoración positiva de expertos independientes reafirma la hoja de ruta a medio y largo plazo para reforzar el uso de evidencia científica en el diseño de políticas públicas", afirma el director de la ONAC, Josep Lobera.

COCREACIÓN CON LA COMUNIDAD CIENTÍFICA

"Un punto fuerte del modelo español es la confianza que genera tanto desde la comunidad científica como dentro de ella", continúa el texto. También señala la fuerte implicación de la comunidad científica en el diseño y la transparencia en los procesos, por ejemplo, en la selección de asesores. Y es que una de las primeras acciones llevadas a cabo por la ONAC ha sido la creación de un órgano asesor y rector compuesto por algunas de las principales redes científicas de España: el Grupo de Trabajo para el Asesoramiento Científico al Gobierno.

Aprobado oficialmente por acuerdo del Consejo de Ministros el pasado octubre, este organismo compuesto por COSCE, CRUE, FACME, el Instituto de España y la red SOMMa, presidido por la ONAC, lleva meses cocreando algunas de las herramientas para el asesoramiento científico en las que la ONAC está trabajando. Una de las más importantes ha sido el codiseño y la implementación del proceso de elección de los/as 22 asesores/as científicos/as que se están incorporando en los gabinetes de todos los ministerios del Gobierno de España.

Tras conocer la lista completa de elegidos y elegidas, algunos de los 101 expertos científicos independientes de las 22 comisiones de valoración han trasmitido su apoyo a la ONAC de forma espontánea. "Todo el proceso fue un ejemplo de bienhacer", "impecable" y "eficiente y profesional", han sido algunos de los comentarios recibidos. De hecho, en aras de una máxima transparencia, la ONAC publicará la lista de los científicos independientes que han conformado las 22 comisiones en cuanto termine de recabar su consentimiento para divulgar su identidad.

La ONAC también ha impulsado la implicación de la comunidad científica en todos sus procesos a través de conversaciones con otras organizaciones científicas, como la Red Internacional de Asesoramiento Científico Gubernamental, la Academia Joven de España, la Asociación Española para el Avance de la Ciencia, Ciencia en el Parlamento, la Federación de Jóvenes Investigadores, la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior, el Foro de Empresas Innovadoras, la Fundación COTEC, la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios y la Oficina Española de Integridad en Investigación, entre otros, así como con distintos investigadores individuales de reconocido prestigio entre la comunidad.

DISTINTOS ACTORES, MISMO OBJETIVO

El informe para la Comisión Europea ha sido elaborado y publicado a modo de conclusiones de su segundo ejercicio de aprendizaje mutuo (MLE, por sus siglas en inglés), celebrado en Madrid el pasado octubre. Estos encuentros reúnen a representantes del asesoramiento científico de distintos países de Europa para poner en común sus distintos enfoques, diseños, estructuras y acciones en busca de las mejores prácticas.

En este caso, dado que España ejerció de país anfitrión, el MLE contó con varios protagonistas del ecosistema de asesoramiento científico español. Además de la ONAC, hubo representantes del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (entidad que representa a España en los MLE), el CSIC, el Instituto de Salud Carlos III, la FECYT y la Universidad de Granada. Cada uno expuso alguna de sus iniciativas de ciencia para la política.

Por su parte, además de la iniciativa de los/as 22 asesores/as científicos/as, la ONAC también explicó el resto de sus principales líneas de acción, como el despliegue de la Unidad de Asesoramiento Científico del CSIC, la convocatoria de proyectos para innovación de las políticas públicas I+P (codiseñada y gestionada por la FECYT) y el diseño de protocolos de asesoramiento científico para responder a distintas situaciones, como crisis y emergencias.

Han sido todas estas acciones, así como su codiseño con la comunidad científica y la coordinación entre todos los agentes del ecosistema español de asesoramiento científico lo que ha logrado que la Comisión Europea pueda ver el modelo de España como el ejemplo a seguir. Pero esto no es más que el principio del camino. La ONAC ya está analizando estrategias para evaluar y mejorar sus propios procesos. "Si queremos que el asesoramiento científico al Gobierno se asiente y normalice debemos estar siempre atentos a los comentarios de la comunidad científica y adoptar una cultura de mejora constante", concluye Lobera.