Todo lo que necesitas saber sobre el asesoramiento científico para las políticas públicas

13.9.2024

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

El asesoramiento científico para las políticas públicas tiene décadas de historia. Para llevarlo a cabo, los asesores científicos recurren a científicos expertos y recopilan la evidencia disponible para presentarla en tiempo y forma adecuados para la toma de decisiones por parte de los responsables públicos. La capacidad de los gobiernos de acceder al conocimiento que existe en torno a cualquier tema puede mejorar el diseño de las políticas públicas, por lo que organismos como la Comisión Europea y la OCDE piden potenciarlo desde hace años. Un ejemplo notable fue el de cómo las investigaciones sobre el impacto de los CFC en la capa de ozono provocaron un consenso político global para prohibir su uso, el Protocolo de Montreal.

¿Cómo puede el asesoramiento científico influir en el diseño de políticas públicas?

A lo largo de la historia, especialmente el último siglo, se han ido acumulando ejemplos de evidencias científicas capaces de transformar las políticas públicas. Estos son algunos de los ejemplos de asesoramiento científico que más impacto han tenido a nivel político, mediático y social:

  1. Protocolo de Montreal y la protección de la capa de ozono: En la década de 1970, los científicos Frank Rowland y Mario Molina descubrieron que los clorofluorocarbonos (CFC), usados en refrigerantes y aerosoles, estaban dañando la capa de ozono. Esta investigación llevó a la adopción del Protocolo de Montreal en 1987, un tratado internacional que exige la reducción y eliminación de la producción y consumo de CFC. La Unión Europea y España han cumplido con estas regulaciones, implementando leyes que prohíben el uso de CFC y promueven alternativas más seguras.
  2. Investigación sobre el tabaquismo y las leyes antitabaco: Los estudios epidemiológicos de Richard Doll y Bradford Hill en la década de 1950 establecieron la relación entre el tabaquismo y el cáncer de pulmón. Estos hallazgos impulsaron la adopción de medidas legislativas para controlar el consumo de tabaco en muchos países. En la Unión Europea, y específicamente en España, se han implementado leyes que prohíben fumar en espacios públicos cerrados, regulan la publicidad del tabaco y exigen advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos.
  3. Efectos del amianto en la salud y su prohibición: Durante el siglo XX, diversos estudios científicos demostraron que la exposición al amianto causaba graves enfermedades respiratorias, incluyendo asbestosis y mesotelioma. En respuesta a estos hallazgos, la Unión Europea aprobó una serie de directivas que culminaron en la prohibición total del amianto en 2005. España implementó esta legislación, prohibiendo el uso, producción y comercialización del amianto para proteger la salud de los trabajadores y la población en general.
  4. Impacto de los pesticidas en la salud y el medio ambiente: La investigación realizada por Rachel Carson, especialmente su libro Silent Spring publicado en 1962, reveló los peligros del uso indiscriminado de pesticidas como el DDT. Su trabajo fue fundamental para aumentar la conciencia pública y legislativa sobre los riesgos ambientales y de salud de los pesticidas. La Unión Europea ha adoptado una serie de regulaciones estrictas sobre el uso de pesticidas, promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles y seguras. En España, estas regulaciones han sido implementadas y adaptadas a nivel nacional.
  5. Efectos de los contaminantes atmosféricos y la legislación sobre calidad del aire: Las investigaciones sobre los efectos de los contaminantes atmosféricos como el dióxido de nitrógeno y las partículas finas (PM2.5) en la salud humana han llevado a la implementación de políticas de control de la contaminación del aire. En la Unión Europea, la Directiva de Calidad del Aire.

¿Qué antecedentes justifican la implementación de sistemas de asesoramiento científico para las políticas públicas?

El conocimiento científico es una de las principales palancas para el progreso de las sociedades. Conocer y tener en cuenta la evidencia científica ayuda a tomar decisiones mejor informadas y optimizadas para maximizar su impacto positivo y reducir riesgos e incertidumbres. Conscientes de esta capacidad, organismos internacionales, como la Comisión Europea (CE) y la OCDE, llevan años planteando la necesidad de institucionalizar los ecosistemas nacionales de asesoramiento científico a los gobiernos.

En su Guía y principios para Legislar Mejor, la CE establece la política pública informada por la evidencia como uno de sus principales procesos o herramientas. De hecho, establece la necesidad de contactar con la comunidad científica lo antes posible en el proceso de diseño de políticas públicas para contar con su conocimiento y recomienda involucrarlas activamente. Del mismo modo, bajo la Presidencia española de 2023, el Consejo de la Unión Europea defendió el papel de la evidencia científica para mejorar la elaboración de políticas públicas en las Conclusiones del Consejo, publicadas en diciembre de 2024. Posteriormente, bajo la Presidencia belga de 2024, se firmó una declaración en apoyo del fomento de políticas públicas informadas por la evidencia y el refuerzo del intercambio de conocimiento con las instituciones científicas y los intermediarios del conocimiento, conocida como la Declaración de Gante.

Dentro del ámbito nacional, la Comisión Europea también publicó su propio informe independiente sobre el estado del ecosistema español de asesoramiento científico en 2023, en el que "destacan las relevantes innovaciones institucionales y normativas de los tres últimos años, las cuales han integrado el asesoramiento científico y técnico en las estructuras de los poderes Ejecutivo y Legislativo". En línea con estas innovaciones, el Gobierno creó en febrero de 2024 la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC), que desde entonces trabaja para establecer mecanismos institucionales para reforzar el papel de conocimiento científico en la toma de decisiones del Gobierno de España, como la red de asesores científicos ministeriales y los protocolos de asesoramiento científico para distintas situaciones.

¿Qué es el asesoramiento científico para las políticas públicas?

Consiste en incorporar la evidencia científica disponible sobre un tema concreto en el diseño de las políticas públicas relacionadas con dicho tema. Desarrollar ecosistemas nacionales de asesoramiento científico a los gobiernos permite que este conocimiento se integre entre los pilares fundamentales de cualquier proceso de toma de decisiones de la Administración.

¿Qué limitaciones tiene?

Es poco común que cualquier situación que requiera asesoramiento científico disponga de una respuesta única y que cuente con el consenso de toda la comunidad científica. En lugar de eso, la evidencia suele estructurarse en resultados parciales que coexisten unos con otros. Son los responsables públicos quienes deben tener en cuenta y sopesar estos distintos resultados para que su toma de decisiones se ajuste lo más posible sus objetivos.

¿Qué papel ejercen los asesores científicos?

La figura del asesor científico también es conocida como honest broker, o mediador honrado. Este término hace alusión a su rol como identificador y traductor de evidencias científicas, que no emite recomendaciones ni participa en la toma de decisiones. Su rol principal consiste en ejercer de puente entre los responsables públicos y la comunidad científica, lo que confiere una naturaleza dual a su trabajo.

Por un lado, ellos son quienes reciben las dudas, preguntas y planteamientos de los tomadores de decisiones y quienes se encargan de buscar las respuestas en la comunidad científica. Por tanto, estos perfiles necesitan tener un conocimiento amplio del ecosistema científico y su funcionamiento, para poder identificar a los principales científicos expertos y las evidencias científicas de mayor consenso en torno a cualquier tema. Al mismo tiempo, también deben entender los procesos y el funcionamiento de la Administración Pública para ser capaces de interpretar la información científica y adaptarla en tiempo y forma a las necesidades de los responsables públicos.

Por otro, su vínculo con la comunidad científica les permite identificar los planteamientos, escenarios y necesidades políticas que puedan surgir en la Academia para trasladarlos a la agenda de la Administración Pública.

¿Y los científicos expertos?

A diferencia del asesor científico, los científicos expertos son personas con un conocimiento altamente especializado en un campo científico. Dentro del ecosistema de asesoramiento científico, su alto nivel de especialización le permite ofrecer información detallada sobre su área de conocimiento, identificar posibles sesgos y limitaciones de la evidencia científica, y ofrecer perspectivas complementarias o contradictorias en torno a una misma cuestión.

¿Qué elementos se deben buscar en un ejercicio de revisión bibliográfica?

  1. El conocimiento más actualizado.
  2. El conocimiento más riguroso.
  3. La diversidad de perspectivas.
  4. El grado de consenso sobre las evidencias relevantes.

Para más información, la iniciativa Euraxess España de la Comisión Europea ofrece este ejercicio práctico de búsqueda de evidencia científica llamado REBECA, que recoge y explica el paso a paso que deben seguir los asesores científicos para elaborar sus informes. La herramienta incluye cuestiones de naturaleza científica, como los criterios para buscar y seleccionar a los científicos expertos, así como de naturaleza operativa, como el tipo de lenguaje que debe utilizarse en el informe en función del público al que va dirigido, como pueden ser los responsables públicos.

¿Cómo se mide la evidencia científica?

En las últimas décadas el mundo de la ciencia ha ido evolucionando, especializándose y multiplicando su actividad a nivel global. En este contexto, resulta imprescindible identificar tanto la calidad de una investigación concreta como el nivel de consenso en torno a cada evidencia.

  • Calidad de la evidencia

Dos investigaciones sobre un mismo tema pueden ofrecer resultados contradictorios si, por ejemplo, están sujetas a distintas variables, como la muestra seleccionada, el periodo o el método de análisis, entre otras. Es labor del asesor científico, con ayuda de los científicos expertos, analizar la calidad de cada evidencia a partir de los distintos indicadores cualitativos y cuantitativos disponibles.

Una forma ágil de estimar qué resultado podría ser más fiable consiste en analizar el índice de impacto de la revista (número medio de citas que reciben sus artículos) en la que se publica cada investigación. Ajustar el índice de impacto de cada revista dentro de su área de especialización permite distribuirlas en cuatro cuartiles (Q1, Q2, Q3, Q4) que indican la calidad de cada revista en cuestión de mayor a menor.

calidad de la evidencia.jpg

En general, los artículos publicados en revistas del Q1 suelen considerarse de mayor calidad que los publicados en revistas Q2, y así sucesivamente. No obstante, esta clasificación debe ser analizada con prudencia y de forma orientativa, ya que hay distintos factores involucrados en ella y no todos corresponden a una mayor o menor calidad de las investigaciones.

  • Nivel de consenso

Del mismo modo que la calidad de una investigación puede variar en función de su metodología, los resultados científicos también están sujetos a mayores o menores niveles de consenso, según el volumen de trabajos que confirman un mismo resultado. Una investigación única y novedosa podría, por ejemplo, ser refutada o matizada más adelante; mientras que un resultado que ha sido corroborado en múltiples ocasiones mediante distintas vías distintas puede asentarse como evidencia formal. Este tipo de diferencias se conocen como nivel de consenso, el cual puede jerarquizarse en función del tipo de investigación. Es la llamada pirámide de la evidencia, que representa cuánta validad y fiabilidad tiene un resultado.

A continuación, se muestra un ejemplo de pirámide de evidencias, de entre las varias propuestas que existen, así como una descripción de distintos tipos de investigaciones científicas extraídas del Science Media Center de la FECYT.

piramide evidencia2.jpg

1. Estudio experimental

Ensayo en el que el investigador realiza una manipulación artificial de un factor de interés con el objetivo de estudiarlo.

2. Estudio observacional

A diferencia de en el estudio experimental, aquí el investigador no manipula factor alguno, sino que se limita a medir las variables de interés en diferentes poblaciones o individuos.

3. Estudio de caso

Estudio que se enfoca en un único caso específico de una persona o grupo. Es muy usado en ciencias sociales y en medicina. Por ejemplo, al centrarse en un paciente que ha tenido un cuadro único de una enfermedad que merece ser compartido con la comunidad académica.

4. Modelización

El estudio es un modelo matemático que intenta reflejar el mundo real mediante algoritmos. Se trata de un esquema simplificado que puede resultar útil para estudiar cuestiones que resultan complejas de llevar a cabo en el mundo real.

5. Ensayo clínico

Estudio experimental muy utilizado para evaluar nuevos fármacos. Lo ideal es que esté controlado y aleatorizado para poder comparar entre aquellos grupos de participantes que reciben un placebo y los que reciben el tratamiento.

6. Revisión sistemática y metanálisis

Artículos científicos largos y técnicos que resumen toda la evidencia disponible sobre un tema con el fin de reforzar la investigación. Esta se lleva a cabo mediante un protocolo previo para evitar sesgos en la selección. El metanálisis es un tipo de revisión sistemática en el que las conclusiones se presentan de forma cuantitativa: es un estudio de estudios que busca alcanzar conclusiones más robustas estadísticamente combinando varios de ellos.